Esta semana se ha conmemorado el Dia Internacional de la Mujer. Con tal motivo, el Museo Thyssen y la Fundación Caja Madrid, inauguran simultáneamente en sus salas "HEROÍNAS", una muestra que trata, como no, de mujeres, pero no de mujeres vencidas y desgastadas por la erosión de la convivencia y el tiempo, sino de mujeres luchadoras, triunfadoras; mujeres guerreras, atletas, magas, amazonas, ménades que quieren demostrar que ellas no se dejan vencer, ni por la prepotencia del hombre ni por su fuerza bruta, sino que luchan para emerger a la superficie de la vida contra viento y marea.
Asistí el pasado lunes a la presentación del acontecimiento en el Museo Thysen para medios de comunicación. Y allí, como no, la Baronesa Carmen Cervera que quiso estar presente en el acto, tal vez, para reforzar esa heroicidad que caracteriza a muchas mujeres de hoy. Ella también es una heroína, no en vano tiene que luchar a diario para demostrar lo que es sin avergonzarse de lo que fue ante tanto hipócrita y advenedizo que intentan sacar a relucir su vida privada y la de su familia. Se la veía tranquila y relajada, natural como la vemos siempre, dejándose fotografiar por quien quiso hacerlo y sin temor a que la incomodoran con preguntas estúpidas. Para eso ya están otros.
Podía seguir escribiendo sobre la exposición y sobre la Baronesa. También sobre las mujeres que han muerto en España en los últimos años y como la tendencia va en aumento, pero hoy estoy sobrecogida por el terremoto de Japón y por la imágenes que nos traen las televisiones. Ni la más perversa imaginación es capaz de imaginar algo semejante. Resulta dramático y apocalíptico contemplar las fuerzas naturales y lo que pueden hacer con la tecnología, con las grandes construcciones, con las sofisticadas infraestructuras. Todo en tropel, todo a la deriva.
Hoy no se puede pensar en otra cosa. Hoy es un dia muy duro para el país del sol naciente, para tantas personas que, por preparadas que estén, la Naturaleza le ha dado muy fuerte.
Tantas vidas, tantos sueños, tantas ilusiones que se llevó el mar hacia sus profundidades. Es difícil pensar en otra cosa ante el drama japonés. Nada es equiparable, ni siquiera nuestro propio drama chileno que vivimos hace algo más de un año y que se llevó otros cientos de vidas tragadas por las olas embravecidas.
ResponderEliminarLas mujeres siempre han sido más fuertes en todo sentido, mi querida Concha. Mujeres vencidas he conocido muy pocas en mi vida, a diferencia de las mujeres que pueden cultivar flores sin agua en el desierto. Mi admiración y mi respeto más profundo a todas las mujeres y a tí en particular mi gran amiga.