28 de agosto de 2011

Afganistán

Hoy me he sentido especialmente cabreada, irritada e impotente. He visto un extenso documental sobre Afganistán donde se denuncia la descarnada corrupción que existe en aquél país. Nos habían hecho creer que los talibanes eran sus peores enemigos y resulta que no. Los verdaderos enemigos son sus gobernantes. Los señores del gobierno arrebatan las tierras a los afganos, les echan en muchos casos de sus casas, las destruyen y allí mismo construyen lujosas casas y palacetes por importe de doscientos o trescientos mil euros. Sus sueldos no suben de mil. Sin embargo se construyen viviendas y se viaja en automóviles de lujo ante el pasmo de los miserables ciudadanos.

Sin embargo, este país recibe grandes cantidades de importantes y famosas ONG para construir escuelas, hospitales, etc...pero los niños no tienen escuela, se improvisan al aire libre, a la intemperie, soportando, en ocasiones los días de invierno, temperaturas bajo cero.

Los afganos han perdido la fe en su sdirigentes, ya no confían en nadie. Confiesan que están mucho peor que con el régimen talibán, al menos antes no había corrupción. Los Estados Unidos, las Organizaciones gubernamentales, los organismo internacionales saben lo que ocurre pero no hacen nada por evitarlo. Todos son complices. El dinero se lo reparten todos ellos con total impunidad.

Hoy acabo el día indignada. Muy indignada.

1 comentario:

  1. Canalizar adecuadamente la ayuda hacia las personas que realmente lo necesitan ha sido hasta ahora un problema insolucionable en casi todos los países que se han visto envueltos en conflictos. Es difícil traspasar el pillaje que efectúan los aprovechadores de siempre. ¿Como lidiar con eso? Es verdad que la indignación va en aumento.

    Un fuerte abrazo mi querida Concha.

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